Lo mas gracioso del tema es que hay quien defiende que los documentos permanezcan en Salamanca sin pararse a pensar en el hecho de que el que los ubico alli fue Franco. Parece mentira que a estas alturas haya gente que no sepa pensar aunque sea un poco. Para Klangwerk, decirle que ya hubieron demasiadas quemas de documentos y libros por obra y gracia de la dictadura fascista durante casi 40 años. Creo que hacer mencion de una hipotetica quema de documentos aunque sea en broma, resulta de una obscenidad y un mal gusto insultantes para todo aquel que crea en el enriquecimiento cultural.