Crónica de Londres, 10 10 10

Fairlight Jarre, de la mano de Ángel Aramburu, estuvo presente en el concierto que ofreció Jean-Michel Jarre en Londres el pasado día 10 de Octubre de 2010 (el ya archiconocido concierto 10 10 10). Aquí os detallamos la crónica del concierto y una pequeña galería fotográfica:

Bajo del tren en la parada de Norh Greenwich, al este de la ciudad, bastante alejado del centro. y relativamente cerca de los Docklands. Decenas de personas también salen de esta moderna estación. Unos pasos más y ya está; allí se alza ante mí la fabulosa carpa del Millenium Dome, actualmente conocido como O2 Arena.

El ambiente es excelente. Al fondo puedo ver los rascacielos de la zona financiera y un atardecer con un cielo completamente despejado. He estado una semana en Londres y no he conocido la lluvia; paradojas de la vida.

La carpa del O2 Arena en vivo es mucho más grande de lo que puede parecer en vídeo o fotografías. Una vez dentro, esta grandiosidad continúa asombrando: taquillas, cafeterías, restaurantes, zona de merchandising (donde compré un póster), salas de descanso, tiendas de tecnología,… En definitiva, un enorme templo de grandes acontecimientos envuelto en un extraordinario ambiente futurista.

Me dirigí hacia los accesos del pabellón principal. Allí me registraron mi bolso de mano y la bolsa de comida. Como curiosidad, decir que primero me pidieron que quitase la tapa del objetivo de mi cámara y la observaron detenidamente. Luego, me cogieron la botella de agua, le quitaron el tapón y me la devolvieron tal cual. Mi cara debió ser un poema, no estaba acostumbrado a esto.

En fin, tras la anécdota accedí por fin a la sala del concierto, de aspecto similar a un pabellón deportivo de baloncesto, sólo que en pista también había butacas. El ambiente se percibía algo neblinoso gracias a las potentes máquinas de humo. De fondo, cómo no, «Waiting for Cousteau».

Musicalmente hablando creo que poco puedo aportar a esta crónica, puesto que el tracklist fue idéntico al de Santiago de Compostela y resto de conciertos de este O2 Tour y, además, el concierto fue retransmitido por internet. Entonces, ¿qué lo hacía diferente de los demás? Pues un poco de todo. El escenario, la fecha,… Para los que llevamos años siguiendo a JMJ quizá este pueda suponer otro concierto más de la gira pero, hay que reconocerlo, en vivo no pierde un ápice de espectacularidad y fuerza de atracción.

Las luces se apagaron y el espectáculo comenzó a la inversa de lo que acostumbra Jean Michel: una cuenta hacia adelante desde el 1, con los números triplicados en pantalla, hasta alcanzar la mágica y casuística cifra: 10 – 10 – 10.

Entonces, tres focos se concentran en el extremo opuesto del escenario. De allí sale Jarre cual superestrella, lanzando besos y saludos a la vez que bajaba los peldaños, al más puro estilo Mayra Gómez Kemp en el «Un, dos, tres». Los sintes se mezclan con los saltos, saludos y ovación de bienvenida.

Jean Michel agradeció la presencia de todos, dijo sentirse feliz en su vuelta a territorio londinense y destacó el hecho de celebrar el concierto en un recinto llamado «O2» y la mencionada fecha mágica de 10-10-10. Para mi gusto, tanto este pequeño discurso como los que pronunció a lo largo de la noche me parecieron bastante insulsos. Los más observadores notarán que incluso eran bien parecidos o clavados a los de conciertos anteriores.

A partir de ahí, un repertorio sobradamente conocido por vosotros que, en mi caso particular, no dejó de entusiasmarme. Si algo puedo destacar por encima de todo es la calidad del sonido. Nunca he confiado en la acústica de este tipo de recintos. Cualquiera que haya visitado, por ejemplo, teatros de ópera habrá notado los especiales detalles de arquitectura en la sala para que el audio sea de calidad impecable. Aquí, por suerte, distinguí bien los acordes y ningún instrumento sonó mal salvo por error humano.

El caso es que desde «Oxygene 2» hasta «Calpyso 3» Jean Michel hizo alarde de sus dotes como hombre-espectáculo. No paró de saltar, bailar, emocionarse, corretear por el escenario o llegar a momentos apoteósicos como las improvisaciones de Oxygene 5, que siempre me recuerda a esas idas de pelota de Jamie Cullum pisoteando las teclas de su piano.

El concierto en su conjunto fue espectacular. El audio fue excelente, y la calidad de las imágenes proyectadas en las pantallas así como los efectos de láser fueron igualmente impecables. En mi humilde opinión, quizás ha sido uno de los mejores conciertos que el artista francés haya realizado indoors en los últimos años.

Aunque había espectadores de diversos países, la gran mayoría de asistentes eran ingleses, de los que sabemos son un público exigente. Y no lo tuvo que hacer mal Jean Michel cuando, llegada la mitad del concierto, consiguió por fin levantar al público de sus asientos para saltar y aplaudir con fervor al son de Rendez-Vous 4. De ahí en adelante todo fue una auténtica fiesta: Rendez-Vous 2 (impresionante), Oxygene 12,…

Escucho la música y veo vídeos de conciertos de JMJ desde que era niño. Puedo decir que en esos momentos me sentí como el primer día que me asombró. Cuando un señor demuestra que despúes de 30 ó 40 años su música sigue viva, arranca de un público flemático aplausos entregados y llena un recinto como el O2, entonces, aunque sea en caliente, llegas a evocar esa frase bíblica de «¿Y a ti por qué te llaman maestro?»

Y llegó el famoso momento de ondear nuestros teléfonos móviles al ritmo de Calypso 3. Esto se acaba. Quiero más pero no es posible. Jean Michel agradeció nuestra asistencia y se despidió de Londres con el deseo de volver pronto.

Allí estuve. Dos horas que no defraudaron a nadie. A mí, a pesar de haber asistido dos meses antes al concierto de Santiago, tampoco me decepcionó ni me pareció repetitivo.

De vuelta ya en el vagón del metro, un tipo alto y pelo rapado con aspecto de hooligan me da un golpe en el hombro. Lo miro un poco acongojado, para qué negarlo, y entonces me dice en tono rudo: «¿Te ha gustado?» Lo observo con más detenimiento y veo que lleva una camiseta con la portada de Oxygene, así que me relajo (esta gente con varias cervezas en el cuerpo vete a saber lo que quieren.) Se sienta a mi lado y me cuenta que es escocés, y ha estado nada menos que en 19 conciertos de JMJ. Su favorito: el de París de 1998, cuando Francia ganó el Mundial de fútbol. Y no sólo eso; también me aseguró que JMJ continuaría su gira mundial primero por Asia y luego por Sudamérica. No sé de dónde sacaría esa información, pero más de uno se alegraría si esto sucediera.

Y aquí realmente terminó mi vivencia. Fue, en definitiva, una noche que jamás olvidaré. Si tuviera que opinar sobre el concierto, lo haría de la misma forma que lo hicieron los ingleses de cuyas conversaciones salía prácticamente la misma palabra: impressive!

Podéis ver la galería de fotos del evento en el siguiente enlace:

http://picasaweb.google.com/angelaramburugordon/JMJO2101010?feat=directlink

Fairlight Jare agradece a Ángel Aramburu la elaboración de la crónica.

9 respuestas a «Crónica de Londres, 10 10 10»

  1. A Jarre algo le ha pasado desde hace años. Lleva viviendo de las rentas mucho tiempo sin hacer musicalmente nada medianamente bueno. Hay que reconocer que fue un genio y sus discos Oxygene, Equinoxe y Zoolook quedarán como lo que son, obras de arte. Yo creo que su talento se agotó hace ya años, o quizás es falta de motivación lo que tiene, quién sabe.

  2. Tuve la suerte de estar en la tercera fila de este concierto. Fue genial desde que entras en el O2 Arena hasta que te acuestas en el hotel esa noche sin para de repetir acordes. No creo que se le haya terminado la inspiración,pero mientras el mismo sea la fuente de inspiración de otros muchos miles, seguirá muy vivo

  3. Yo creo que no volverá a sacar un disco nunca más.

    Eso sí, discrepo con @berr, musicalmente ha seguido haciendo cosas interesantes hasta el Adagio que hace ahora en los directos (o sea, hasta el último trabajo nuevo conocido), y eso que no es especialmente de mi gusto.

    Un saludo y gracias por la crónica, fue un placer verle por segunda vez en directo (aunque fuera a través de Internet). Además me parece que tocó (tocaron xD) genial, mejor que en Santiago.

  4. El Adagio que toca en la gira de ahora, (su último tema nuevo conocido) es una cursilada y ñoñada de cuidado. Musicalmente parece compuesto después de haber leído la lección 1 «cómo hacer música» de Planeta Agostini.

  5. Coincido con el primer comentario. Desde hace… 10? años (Metamorphoses) este hombre no ha sacado nada nuevo que merezca la pena. Se habrá fundido toda la pasta y necesita más a base de conciertitos que no aportan nada nuevo.
    Lo último grandioso que hizo fué The 12 Dreams of the Sun. Después de eso hasta el momento nada que merezca la pena. Nada auténtico.

  6. Demasiado hace Jarre siempre tan activo y entregado como el que más. Yo en su lugar hace ya muchos años que estaría tumbado en una playa dedicado a vivir la vida y no dar palo al agua disfrutando de mis millones de euros. Así que lo currante que es Jarre es encomiable.

  7. El 28 de Marzo de 2009 murió su padre, Maurice Jarre, reputadísimo compositor de música de cine, ganador de 3 Oscars, y autor entre otras muchas obras, de los scores de películas como «Lawrence de Arabia», «Pasaje a la India», «Atracción fatal», etc. Me consta que Jarre quedó muy pero que muy tocado con la muerte de su padre, con el cual tenía una relación inmejorable. Precisamente el agente de Jean- Michel fué el encargado de hacer pública la desgraciada noticia. Quizás ahora algunos comprendáis algo sobre su falta de creatividad y actividad.

Deja una respuesta