Llegamos descontando días, como una cuenta atrás de sus conciertos, y acabamos sin querer marcharnos. La memorable noche del 8 de Julio se cerró con una despedida, larga y sincera, en la que Jean Michel Jarre demostró que también para él, tras su regreso a la capital hispalense 32 años después de su primer concierto, era difícil decir Adiós.
Lejos de los tópicos, hubo una conexión clara entre el público y el artista. Pudo influir que el show estaba siendo grabado para su posterior difusión en el canal franco-alemán de televisión Arte, también la propia morfología de la Plaza de España con más anchura que longitud lo que propició la cercanía física con el escenario. En cualquier caso, y a pesar de unos problemas técnicos que obligó a parar el espectáculo, hubo singularidades que convirtieron esta fecha dentro del Special Summer Live Tour 2025. El uso por primera vez de un láser que con tres haces de luz haría visible Sevilla desde fuera de nuestro planeta fue una de ellas.
En un tracklist sin sorpresa, idéntico a los shows previos, destacarían el comienzo con «Magnetic Fields 1», «Oxygene 2», «Stardust», «Equinoxe IV» y sobre todo «Arpegiator», una pieza recuperada por Jarre para su repertorio en directo el cual no sonaba en un escenario desde la fecha de su creación, en 1981. Hubo mucho peso de sus álbumes «Electrónica Project» y «Oxymore», lo cual desconcertó a parte del público menos seguidor de sus últimas producciones y ansioso siempre de escuchar los míticos grandes éxitos del artista.
Fue dura la marcha, ojalá no sea tan larga la espera de volver a ver a Jarre en concierto en España.