Los que tuvimos el inmenso privilegio de poder ver el showcase en pantalla gigante y con sonido envolvente acojonante no creo que podamos vertir una opinión diferente a la que generalmente estáis dejando caer aquí.
Fué vergonzoso. No ya el playback que fué más descarado que nunca. Ni tan siquiera por el hecho de meter, en un show de menos de media hora, tres versiones distintas, dos de ellas de seguido, del mismo tema. Mi vergüenza viene por el hecho de movilizar a fans de medio mundo para estar allí y no tener la dignidad suficiente para ofrecer un espectáculo mínimamente en directo.
Cada vez creo más que el tema del playback va más allá del perfeccionismo que siempre ha profesado JARRE. La cosa roza el hedonismo particular. En el tiempo que está sobre el escenario parace estar más pendiente de lucirse, masajearse la cabellera y hacer guiños al respetable.
Sobre el espectáculo poco que destacar. Que el hecho de que RIMBERT no estuviera allí no puede ser casualidad, más cuando en los créditos del nuevo disco aparece el tercero en los créditos, por debajo de SAMARD. Que el DJ/Batería tuvo su momentos de gloria, pero que el hecho de no presentarlo al final del show -como sí hizo con SAMARD- no dice mucho de él. Como mucho un músico de atrezzo.
¿Y qué más? El montaje de caámaras muy bueno. Supongo que hubo ocasión de planearlo a base de escuchar los temas que iban a sonar. Las preguntas del público muy blandas, con poco afán crítico -puede gustarte el disco, el show, pero siempre hay lugar a la crítica-.
En resumen. Que incluso el de LinX, que ya de por si es soso de cojones, está por encima a todos los niveles que este.