El problema de Jarre es que debe estar harto de repetirse. Saltar a algo distinto no es fácil (aunque él tiene formación y medios).
Su música de siempre tendría hoy un grupo de fans limitado, por bueno que fuera el disco. Por si fuera poco, todo el mercado discográfico se ha ido a la porra, así que Jarre no debe esperar muchos réditos por esa vía. Los incentivos son pocos: acceder a un público nostálgico reducido que, en general, no compra. Insisto, aunque el disco fuera muy bueno. Los conciertos están bien, y menos mal que le gusta hacerlos, pero para vender una gira no necesita música nueva. Ya tiene un repertorio amplio y los fans (nostálgicos) esperan escuchar eso.
Así están todos. Hacer cosas nuevas para un público nuevo es complicado (el público de siempre no es muy receptivo), hacer lo de siempre aburre. Vangelis se busca la vida con proyectos de uno u otro tipo, diversos, y aunque está en un plan muy tostón la verdad es que sigue inquieto, haciendo cosas. Pero siempre diversificó, tuvo inquietudes culturales amplias y no le importaron mucho las ventas o los conciertos. Es precisamente ese perfil bajo pero activo el que dice ahora Jarre querer adoptar. Bueno, más o menos es lo que ha hecho estos años, a su manera.
Yo a Jarre no le acuso de vaguete (que también), sino de no tener (al parecer) inquietudes. Si tiene tiempo libre y puedes hacer lo que te pida el cuerpo, ¿por qué no desarrollar proyectos que le estimulen a él piensen lo que piensen los demás? Por ese lado, nada. Los conciertos y los discos para salas de fiesta y cosas por el estilo no deberían contar, pero parece que eso y sólo eso es lo que le pide el cuerpo. Lo cual indica que tiene el coco bastante desactivado.