Llevo una nueva época de gracia con este proyecto sobre el que siento amor-odio. Hace una semana que he redescubierto este disco y desde entonces no he paro de escucharlo.
Homenaje al Carmina Burana de Carl Off, el disco se abre con The Gate, con todo tipo de sonidos futuristas mientras una voz femenina narra datos astronómicos. Pronto se escucharán los primeros coros del Carmina Burana, que darán paso a un silencio que solo deja escuchar el recital astronómico y que se romperá con un redoble de tambores en Push The Limits, el segundo corte del álbum. Se caracteriza por tener un buen rítmo y una melodía contundente, de ese tipo de temas que tanto me gustan de la música electrónica. A mitad del mismo rompe la estética con una percusión étnica que podría estar sacada de cualquier librería de samples, y un vocoder imposible de descifrar. Pronto vuelve la base rítmica inicial y el tema termina como empieza. Push The Limits podría estar firmada por el mejor Jean Michel Jarre, el típico tema que esperas del francés pero que nunca volvió a componer.
Gravitity Of Love es un bonito tema pop que se inicia con el "O Fortuna, velut Luna", bajo un bombo profundo que recuerda al Vienna de Ultravox. El sample de Carmina Burana actuará de estribillo en una mezcla perfecta. El tema está cantado por Ruth-Ann Boyle, que no tengo ni puta idea de quién es pero su voz femenina queda perfectamente plasmada.
Smell Of Desire es el típico corte que identifica el proyecto. De rítmo lento, la clásica flauta Shakuhachi dibuja una agradable melodía. Si prestamos un poco de atención, pronto escucharemos voces sampleadas de Sadeness y Mea Cupla. Jens Gad, otra de las colaboraciones del disco, tocará la guitarra eléctrica, recordando mucho a Mike Oldfield.
En Modern Crusaders siguen los homenajes al O Fortuna, que volerá a actuar de estribillo. Una canción rápida y rockera, cantada esta vez Andru Donads, una voz masculina más agresiva.
En Traces (Light and Weight) se escucha el encendido de una cerilla y un goteo de agua, creando el loops de percusión más tranquilo de la obra, mientras unos repiques de campana recrean una melancólica atmósfera.
The Screen Behind The Mirror introduce un rítmo similar al Sadeness, mientras vuelve a escucharse de forma desordenada parte de la letra de Gravitity Of Love.
Endless Quest es otro de esos temas firma de la casa, con flauta y guitarra eléctrica, cuya calma se verá rota por el caótico y breve Camera Obscura, que recupera la voz agresiva de Andru Donalds y dará nuevamente paso a samples del O Fortuna.
Between Mind & Heart vuelve a traernos la calma. Una nota por acorde, Michael Cretu no necesita más para crear un bonito tema. Silence Must Be Heard es el último tema del disco, cantada por Ruth-Ann Boyle, un cierre que deja un grandísimo sabor de boca.

The Screen Behind The Mirror es el cuarto disco de Enigma (Michael Cretu), álbum que cierra una etapa musical. Tras él se abre otra nueva, más fría y plana, más chill out, más
ibiza, en la que nunca se volverá a recuperar la calidez y originalidad de sus cuatro primeros discos.