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Dedicado al melenas

Iniciado por Wolworeta, 25 de Marzo de 2007, 05:37:44 PM

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Wolworeta

No veáis lo bien que me lo paso estudiando estas cosas :lol: :lol: :lol:

Aviso que es un tocho, pero tiene su gracia; según de quién se acuerde el lector de turno :-D

6. TABÚ DEL PELO
Si se considera la cabeza tan sagrada que no podía ni tocarse sin grave
pecado, obvio es decir que el corte del pelo fuese una operación difícil
y delicada. Las dificultades y peligros que desde el punto de vista primitivo
rodeaban la operación eran de dos clases: la primera era el peligro
de inquietar al espíritu de la cabeza, que podía dañarse en el acto del
corte y vengarse de la persona que le molestaba, y la segunda era la
dificultad de disponer de los mechones esquilados. Porque el salvaje
cree que la conexión simpátética que existe entre él y cada una de las
partes de su cuerpo continúa existiendo después de romperse la conexión
física y, por consiguiente, él sufrirá cualquier daño que pueda sobrevenir
a las partes separadas de su cuerpo, como los recortes de uñas
y pelo.
De acuerdo con esto, toma precauciones para que estas partes
separadas de sí mismo no sean abandonadas en sitios donde queden expuestas a un daño accidental o a caer en manos de personas malvadas
que hagan hechicería con ellas para perjudicarle o matarle. Tales peligros
son comunes a todos, pero las personas sagradas, sobre todo, tienen
que temerlos más que el vulgo, así que las precauciones que tornen
serán proporcionalmente más severas. Él camino más sencillo para evitar
los peligros del corte del pelo es no cortarlo; éste es el expediente
a que se acogen cuando piensan que el riesgo es máximo respecto al
usual. A los reyes francos no se les permitía cortarse el pelo; desde
su niñez tenían que atenerse a esta .regla y rapar los largos rizos que
les caían por la espalda hubiera sido tanto como renunciar a sus derechos
al trono.1 Cuando los malvados hermanos Clotario y Childiberto
1 A los reyes godos de España les sucedía lo mismo; Wamba fue depuesto del trono y encerrado en un convento, porque Ervigio, su sucesor, le cortó el pelo mientras dormía.


Codiciaron el reino de su fallecido hermano Clodomiro, se apoderaron
con engaños de los dos sobrinitos, los dos hijos de Clodomiro, y enviaron
a París un mensajero a la abuela de los niños, la reina Clotilde,
portador de unas tijeras y de una espada desenvainada. El enviado mostró
las tijeras y la espada a Clotilde, rogándole escogiera si las criaturas
debían ser rapadas para vivir, o morir con sus melenas. La orgullosa
reina Clotilde 1 replicó que si sus nietos no habían de alcanzar el trono,
los prefería mejor muertos que tonsurados. Así, ellos fueron asesinados
por la propia mano de su despiadado tío Clotario. El rey de Ponapé,
una de las islas Carolinas, tenía que llevar el pelo largo, como también
sus dignatarios. Entre los negros de la tribu Hos del occidente africano
"hay sacerdotes en cuyas cabezas no pueden entrar tijeras mientras vivan.
El dios que habita en el hombre prohibe el corte de su pelo bajo pena
de muerte. Si el pelo es ya demasiado largo, el dueño debe rogar a su
dios que le permitiera siquiera recortarle las puntas. El pelo es de hecho
concebido como asiento y alojamiento de su dios; si se cortase, perdería
su morada en el sacerdote." Los miembros de un clan de los massai,
de los que se dice que poseen el arte de hacer llover, no pueden raparse
las barbas porque se supone que la pérdida de sus barbas podría
acarrear la pérdida de sus poderes de "hacer llover". El jefe supremo y
los hechiceros massai observan la misma regla por una razón semejante;
piensan que si se cortasen la barba, sus dones sobrenaturales desertarían
de ellos.
Además, algunos hombres que han hecho voto de venganza mantienen,
en ocasiones, su pelo sin cortar hasta haber cumplido su voto.
Así, de los indígenas de las islas Marquesas sabemos que "ocasionalmente
tienen su cabeza completamente afeitada, salvo un mechón en
la coronilla que llevan colgando o lo hacen un nudo. Pero este último
modo de llevar el pelo lo adoptan solamente cuando han hecho un voto
solemne, tal como la venganza por la muerte de algún pariente cercano,
etc. En tales casos, el mechón no se corta nunca mientras no se haya
cumplido la promesa". Parecida costumbre tenían los antiguos germanos;
entre los chati, los guerreros jóvenes nunca se rapaban el pelo o barbas
hasta haber matado un enemigo. Entre los toradjas, cuando cortan
el pelo a una criatura para librarla de parásitos, dejan algunos mechones
en la coronilla como refugio de una de las almas del niño; de otro
modo, el alma no tendría lugar donde alojarse y el niño enfermaría. Los
karo-batakos temen ahuyentar el alma del niño; por eso cuando le cortan
el pelo dejan siempre un trozo sin cortar adonde el alma pueda retirarse
ante las tijeras. Usualmente este mechón permanece sin cortar toda la
vida o por lo menos hasta que llega a adulto.
1 Santa Clotilde, esposa de Clodoveo, primer rey cristiano franco, cuya fiesta se conmemora el 5 de junio.

OBJETOS TABUADOS

7. CEREMONIAS DEL CORTE DE PELO
Cuando se hace necesario cortar el pelo, se toman las medidas para
aminorar el riesgo que se supone concurre a la operación. El jefe de
Namosi en Vití (Fidji) siempre se comía a un hombre, por vía de precaución,
cuando tenía que cortarse el pelo; "había un clan que tenía
que proveer la víctima y acostumbraban a reunirse en consejo para escogerla de entre ellos. Era una fiesta expiatoria para conjurar el mal
para el jefe." Entre los maoríes se pronunciaban muchos conjuros en
el corte de pelo; uno, por ejemplo, se refería a la consagración del cuchillo
de obsidiana con que se cortaba el pelo; otro se decía para evitar
el trueno y el relámpago que se pensaba eran causados por el corte del
pelo. "Aquel que se ha cortado el pelo está a cargo inmediato del atua
(espíritu); es apartado de todo contacto y trato de su familia y tribu;
no se atreverá a tocar sus mismos alimentos, que le serán puestos en la
boca por otra persona; durante algunos días no puede volver a sus ocupaciones acostumbradas ni asociarse con sus compañeros." La persona
que corta el pelo también queda tabuada; sus manos, que han estado
en contacto con una cabeza sagrada, no podrán tocar alimentos ni ser
dedicadas a ningún otro empleo; será alimentado por otra persona con
comida preparada en el fuego sagrado. Él no puede liberarse del tabú
antes del día siguiente, cuando restriegue sus manos con patata o raíz de
helecho que haya sido cocido en un fuego sagrado; y este alimento se le
dará después a la mujer cabeza de familia por línea femenina; cuando
ella lo coma, las manos quedarán libres del tabú. En algunas partes de
Nueva Zelandia el día más sagrado del año1 era el señalado para el corte
de pelo; ese día la gente se reunía en gran número de todos los alrededores.

8. DISPOSICIONES SOBRE LOS RECORTES DE PELO Y DE UÑAS
Aun cuando el pelo y las uñas hayan sido cortados con felicidad, queda
el gran obstáculo de disponer de lo cortado, pues sus propietarios creen
que están expuestos a sufrir cualquier daño que pueda recaer sobre
los recortes. La idea de que un hombre puede ser embrujado por intermedio
de los mechones de su pelo, los recortes de uñas u otras porciones
separadas de su cuerpo es casi universal y atestiguada por ejemplos
demasiado amplios, demasiado familiares y demasiado tediosos en su
uniformidad para analizarlos aquí en toda su extensión. La idea general
en la que la superstición descansa es la conexión simpatética que
se supone persiste entre una persona y cualquier cosa que alguna vez
fue parte de su cuerpo o estuvo de algún modo estrechamente unida
a él. Unos pocos ejemplos serán suficientes: pertenecen a la rama de
la magia simpatética que puede denominarse contaminante o contagiosa.
Lo malo de la sociedad no es que sea manipulable, sino que no se deje manipular por mí.
Yo no amenazo, sólo te leo el futuro.
Siempre fuiste indigno de mi indignación.
Quien destruye sueños, consigue pesadillas.