Zopa tiene razón. Por algún motivo, sea el largo período de tiempo que nos ha traído hasta aquí, sea la poca comunicación de Jarre con sus fans, sea la falta de fiabilidad de sus palabras, alguna astracanada publicada anteriormente, o, simplemente, que la mayor parte de sus fans se han hecho viejos y sufren un cierto síndrome Fernando Fernán Gómez, poner a Jarre a caer de un burro está (muy) de moda.
Y salvo que el nuevo disco sea un éxito rotundo, mediático, manifiesto, y de masas, de tal forma que la gente lo aproveche para reverdecer ciertos laureles y filiaciones, lo más probable es que el lunes se escuchen quejas. Por lo que sea. Eso es lo de menos. Ya tendremos tiempo de alabar en contraposición a lo publicado a algún músico mediocre del que luego no se vuelve a oír nada jamás y que se disuelve sin aportar nada para que lo recuerden.
Otra cosa sería dilucidar qué porcentaje de esta inercia es responsabilidad de Jarre, y qué parte somos nosotros. Cada palo tiene su propia vela esperando.
Hablando del lunes, ¿por qué todos dáis por hecho que va a presentar un nuevo disco?
Bien puede ser el gráfico de un mensaje o archivo de audio de Jarre anunciando que en 2016 va a publicar nuevo disco. Con Tetsuya TK Komuro.
