(Voz nasal) Bienvenidos a una nueva cita con su crítico más esperpéntico y friki, Antonio Zoppet Dubois. Esta vez le toca el turno a una película llamada Dueños de la Calle, película que, perfectamente puede ser proyectada en Telahínco o Antena 3 en la franja horaria de después de comer o ya de madrugada, es decir, en el saco de esas películas que ves mientras te estás echando el coscorrón post-comida o cena. Llama la atención el interesante (y desaprovechado) reparto con un totalmente inexpresivo Keanu Reeves (no es que su papel de poli amargado dé lugar a que el tío esté de coña y riéndose, pero es que durante TODA la película el tío sale con la misma expresión), Hugh Laurie, el tío de House, con un papel completamente intrascendente que poco aporta a la cinta y con Forrest "Ojopipa" Whitaker, al que veo un pelín histriónico, yo creo que por obra y gracia del doblador. Que por cierto, el doblaje, de risa: Uno de los personajes es cubano y el doblador se dedica a poner acento de Dinio y el resultado es patético. No sé porqué se empeñan los dobladores en poner acentos extranjeros cuando doblan a un personaje ruso, cubano o alemán... Queda horroroso.
En definitiva, que una película de polis corruptos que carece totalmente de interés (yo estaba más interesado en el concierto de cuescos trompeteros que estaba dando un tío unas filas detrás de mí) y que, en resumidas cuentas, es más mala que el sebo. No vayáis a verla, no os dejéis tangar por esta mierda.