Pues creo que sí es importante que el Papa nuevo sea de una u otra manera y que tenga unas y no otras tendencias. No hemos de olvidar que se trata del representante de un colectivo amplísimo en todo el mundo, y que irremediablemente, de una manera u otra, acaba influyendo en nuetsras vidas. Es lo mismo que un nuevo presidente norteamericano, el alcalde de un pueblo o el presidente de la comunidad de vecinos. A la larga, se acaban colando en tu vida.
Por lo poco que sé de este señor, todo servido por la TV y algo buscado en internet, la tendencia austera, el conocimiento de base y por descontado tratarse de un miembro de la órden de los Franciscanos, son factores muy positivos. No esperemos milagros, este Papa no bendecirá los matrimonios gay (¿de verdad les hace falta?), ni el uso total del condón (Bendedicto XVI lo autorizó en casos concretos) ni el acceso de las mujeres a puestos de responsabilidad en la jerarquía eclesiástica. Pero sí es posible que protagonice un acercamiento real y necesario de la más alta institución religiosa al pueblo, a sus problemas, a sus necesidades. Y por supuesto, lo más importante y por lo que está ahí por encima de todo, para hacer llegar a sus fieles el mensaje no de Cristo, sino el de una Iglesia que tiene mucho que demostrar en el sihglo XXI.
Pues yo ya me estoy empezando a hartar de escuchar noticias sobre el papa. En algunos medios nos las meten por los ojos. Que si el papa tropieza, que si el papa come esto, que si el papa caga aquello...
¿Y qué información no pretenden meternos hasta en la sopa? Si no es el Papa es Julián Muñoz, o Bárcenas u Ortega Cano. La televisión y sus servicios informatívos son reiteratívos. Luego están los programas de , ejém, información, como el Sálvame, Qué Tiempo Tan Cutriz y otros donde te van a seguir dano la vara en plan monotemático.
Es lo que nos ha tocaso. O eso o te descargas series para suplir el amplio márgen televisivo sin interes.