Ya he escuchado el disco. A mí sólo me basta una única escucha para sentenciar si un disco me gusta o no me gusta. Y este disco ME GUSTA. Pero es de ese tipo de discos que necesita de varias escuchas hasta aprenderte los pasajes y disfrutar de los detalles.
Mike Oldfield ha vuelto a
su estilo de verdad crear un disco como los que mejor le definieron. Dos largas suites sinfónicas donde da rienda suelta a su imaginación. Definitivamente, no puede entenderse como una secuela de Ommadawn a palo seco. Es, en todo caso, una secuela de sus primeros trabajos, de su original manera de hacer. Este disco le es a Hergest Ridge y Ommadawn lo que Tubular Bells 2 le es al original: una cojonuda puesta al día con un sonido más limpio y un resultado más optimista.
En cuanto a guiños, se ha destacado detalles como el del coro "gaélico" del final de la primera parte de Ommadawn o el coro de niños de On Horseback. Pero a mí se me han caído los cojones rodando por el suelo cuando he vuelto a escuchar ese
"ha! ha! happy?" de Amarok (del que también mama sobre todo en el bajo, a fin de cuentas Amarok también era un
"retorno a""). Pero es que también tenemos un pasaje con flautas y teclado propio de Hergest Ridge.
Ya se ha destacado la presencia de bajo constante en la obra. Yo también destacaría la presencia del teclado en toda la obra. Que no se asuste nadie, pues no estamos ante los colchones con reverbs estratosféricos de los que tanto abusó en los 90 (que a mí me gustan, dicho sea de paso, pero el fan más tradicional los detesta). Aquí Mike vuelve a hacer un uso inteligente de los teclados como hizo en los 70 y en los 80, y que también retomó aunque más edulcorados en Tubular Bells 2 (del que ha reciclado, por cierto, un sonido típico de "coro sintético" que me encanta, amén de los solos de guitarra eléctrica "más agresivos", que me remiten directamente a ese disco).
También hay cosas del Mike de los 90s que no me incomodan (no es la primera vez que digo que me gusta más el Mike de los 90 que el de los 80). Siempre he defendido que a Mike le quedaban buenas ideas en esa época, y aquí tenemos ese piano tan pulcro y alguna melodía que ya habíamos escuchado en el disco Voyager (en concreto, en el tema homónimo, aunque también he leído que hay cosas del Mont St. Michel que en la primera escucha no he percibido).
Para resumir, y en aras de responderme a mí mismo algunas de las afirmaciones que he leído en varias críticas del disco:
- ¿Es Return To Ommadawn el mejor disco de Mike Oldfield desde Tubular Bells 2? No. Sin ir más lejos me parece mejor el The Song Of Distant Earth, a pesar de ser discos antagónicos.
- ¿Está Return To Ommadawn al mismo nivel que los primeros discos? Ni de coña, pero no creo que nadie esperase algo así.
- Enconces, ¿en qué lugar debería está Return To Ommadawn dentro de la discografía de Oldfield? Simplemente en el lugar del disco que se debe esperar de Mike Oldfield, ni más ni menos. Un disco que se disfruta y saborea como dios manda, que remite sin la menor de las dudas a su autor y no a otra cosa, y que uno puede escuchar sin sentir pena ni vergüenza ajena.
Music Of The Spheres podría haber tenido un resultado similar si en vez de dejarlo como un disco orquestal a secas, lo hubiera trabajado un poquito más él mismo. A mí no me extrañaría que para Tubular Bells 4 tire de muchas ideas del Music Of The Spheres o de aquél Early Stages pre-Tubular Bells 2. En cualquier caso creo que se acerca una buena racha para los que somos amantes de este músico.
A disfrutarlo
