Acabo de terminar la cuarta escucha del disco.

Que en el título aparezca la palabra Ommadawn me ha jugado una mala pasada. En mi primera escucha disfruté de partes del disco pero la sensación global fue de desazón, porque no encontré ese Ommadawn. Hay huellas de él, pero ni está el virtuosismo ni la genialidad en las melodías de aquel. Y también vislumbré a otros discos. Y las cortinillas no me ayudaron en la escucha, al contrario. Cada vez que sonaba una, me sacaba de la experiencia. Mike, sinceramente, no la vuelvas a usar más. No te hace falta tío... en fin. Tiene una dependencia a ese efectismo, y un apego...
En la segunda escucha, más calmado y sabiendo que no me iba a encontrar lo que esperara, me asenté en no escuchar esperando si no, degustando lo que realmente es. Y ahí el disco se mostró tal y como es y lo he disfrutado un montón.
Tras esto, puedo decir que ha regresado en parte al sonido de sus primeros discos, pero con muchas influencias de toda su carrera, lo cual me parece hasta lógico. Desde Amarok, hasta Tubular Bells 2, Voyager e incluso he notado momentos muy del tipo The Wind Chimes del Island o aquel sonido del Crises. En todo el disco Mike juguetea con melodías que recuerdan a todos esos discos, pero sin ser copias. Todos sabemos el gusto que tiene Mike por retomar melodías pasadas y reciclarlas, es algo que ha hecho durante toda su carrera y aquí lo vuelve a hacer. Sin lugar a dudas una de las melodías de la primera parte es la del Voyager pero mezclada un poco con la melodía del Mont St Michel, y a mí me funciona. Además de eso también vuelve a hacer algo que no hacía desde hace tiempo, que es el darle la vuelta a una de sus melodías y mostrarnos otra que además funciona. Me refiero a la melodía del coro final en gaélico del Ommadawn. Con esa melodía "nueva" comienza la primera parte pero tocada con flauta. Y me funciona. Me gusta.
Otra cosa que me ha llamado la atención es que el bajo en diversos momentos de la primera parte, y sobretodo durante la segunda, suena a como sonaba en Amarok. Hacía mucho que no sonaba de esa forma, incluso la forma de tocar es muy parecida a aquel disco. Cosa que llevaba mucho tiempo esperando. De hecho la segunda parte del disco es muy Amarok, aunque termina a lo Ommadawn.
El sonido del disco es crudo, poco producido y eso hace que suene muy directo. Se nota mucho que no ha pretendido ser perfecto, se notan fallos en la interpretación en algunos puntos, pero eso no es malo, incluso lo humaniza. Las guitarras suenan en primer plano, y suenan genial. Lo que sí se echa en falta es el virtuosismo en la interpretación, pero es que no podemos olvidarnos de como está Oldfield en la actualidad.
Creo que va a ser un disco que ganará con el tiempo, y en sucesivas escuchas. Es mucho mejor discos que muchos de sus últimos. De hecho, me atrevería a decir que es el mejor disco que hace desde Tubular Bells 2. Hacía mucho que no jugueteaba de esta forma con las melodías y como las revisita y las entremezcla.