Ya sigo yo el relato. Guetta, al saber que Mozart está entre el público, coge el micro y le invita a subir al escenario para unirse a él. Mozart acepta y le pide a Guetta a ver si puede tocar una pequeña melodía para el público. Guetta se queda muy sorprendido y le dice "¿tocar en directo dices, sin hacer playback? no sé muy bien qué es eso que pides, pero se lo pedimos a un técnico de sonido que tengo aquí, que igual te entiende". Mozart habla con el técnico y le traen un teclado que enchufan en lugar del reproductor desde el que se oía la música que estaba sonando hasta entonces. Wolfgang Amadeus Mozart empieza a tocar y a todo el público allí presente, que hasta entonces sólo había oído basura musical, les produce un síndrome de Stendhal brutal ante semejante belleza y caen todos muertos entre espasmos de éxtasis. Guetta empieza a arder en una combustión espontánea cual vampiro cuando le da el Sol de lleno. Mozart, con una sonrisa en los labios, abandona el lugar pensando "sigamos con la limpieza".