No hace mucho "predije", con ocasión del regreso de Jarre a Houston, cómo sería un concierto de Jarre hoy día si lo hubiera hecho en el mismo entorno del 86: mismo escenario de la gira y unas cuántas luces apuntando a los edificios. Podemos extrapolarlo al concierto en Arabia Saudí. Nada ni de lejos remotamente parecido a la espectacularidad y grandiosidad de antes. Y no digo que ahora sea mejor ni peor, simplemente los tiempos cambian y el artista también.