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Santander 29 abril 2017

Iniciado por Deckard, 09 de Diciembre de 2016, 02:04:58 PM

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GonzaloDriver

Para mi los opinadores profesionales sea de lo que sea (música, belleza, películas) son unos pendejos, vamos a poner el ejemplo en belleza
Hay 10 Mujeres y los jueces elijen a 1 como numero 1, a la siguiente como numero 2 y así sucesivamente, y a mi me gusta la que es numero 5 o 6.

Cada quien tiene opiniones personales y no es necesario ser profesionales para opinar.
Electronica I: The Time Machine

chaminorte

Por cierto, como se ha dicho por ahi, para mi un 10 la organización, y no era nada nada facil el acceso de tanta gente. Lo único, estoy un poco mayor para el nuevo sistema de cerveza con tapa en el fondo, madre mia la que lie por meter el dedito... :roll:

zopa

Mi crónica del concierto de Liébana empieza por darle las gracias a mi mujer, Carmen, ya que, sino es por ella, no habría podido vivir lo que viví hace tan solo cuatro días. Y creo que no me lo hubiera perdonado a mí mismo. Tras el desencanto que sufrí en Bruselas, donde más que un concierto aquello parecía un inmenso tanatorio donde la gente parece que estaba velando a un muerto más que estar de concierto, a pesar de los esfuerzos del Josmar por animar al personal, y ver a esos músicos desaprovechados haciendo, como siempre, míimica de la buena, pero en plan descarado (lo de la batería de Samard me llegó al alma), no las tenía todas conmigo con el concierto lebaniego.
Pero entre que Carmen me convenció de que podía ser algo grande, el entorno espectacular donde se iba a desarrollar la actuación y que encima iba a vivir el concierto con gente a la que quiero mucho, me animó a pillar dos entradas y alojamiento en Unquera, ya que los precios de Potes eran prohibitivos.
Cuando vi en YouTube los extractos del concierto de Masada me animé bastante, ya que tocaba temas distintos a los que tocó durante la gira de Electronica Tour, y poder escuchar temas como Ethnicolor o Chronologie 4 sería un sueño hecho realidad si finalmente las tocaba en Liébana.
Y al final llegó el gran día... Fue muy chocante llegar a Potes desde el autobús, petado, que fletaron en Unquera con el propósito de acudir al concierto y ver una cantidad ingente de josmaritas con camisetas de todas las giras (incluso había veteranos con camisetas de Europe in Concert) invadiendo las calles de Potes como si de una invasión frikarda se tratara.
Desde luego, los tíos del merchandising hicieron su agosto, ya que había un montón de gente con camisetas (realmente chulas) del evento, y hasta yo, poco amigo de que me atraquen en los puestos de merchandising de los conciertos, no me pude resistir a comprarme una taza y un llavero y Carmen se pilló una camiseta.
Una vez llegados a Potes, me reencontré con queridos compadres, casi familia ya, como mi hermano Juan, Pispis, Paquillo, Carlos Ávila, Rubén Olmedo, Synthetic Man, Paco Dreaming, Alomejo, Javi Grex... e incluso el mítico Eugenio Espejo, que no podía faltar a la cita.
Fue una gran alegría verles a todos y conocer a gente nueva, como a mi amigo Manuel (que me alegró sobremanera que encontrara una entrada a precio de coste y no cayera a manos de los reventas) o mi querido paisano Valen, entre otros...
Juntos compartimos una excelente comida en el que la mayoría degustó un cocido lebaniego. Este humilde mariquituso que les habla prefirió pedirse un menú infantil, a pesar de las chanzas de los presentes, pero pasé una digestión cojonuda, cosa que no todos pueden decir, jejeje!!
A eso de las 18:00 comenzamos nuestra ascensión hacia el monasterio de Santo Toribio. Creía yo que estaba en mejor forma, pero no. Los tres kilómetros aproximados cuesta arriba hicieron que llegara completamente follado al parking del monasterio, y con más sed que el ojo un tuerto.
Tal y como prometimos desde que supimos que íbamos a ir al concierto, nos pusimos todos los frikardos juntos para entonar nuestros berridos, capitaneados por la estentórea voz de Paquillo que resonaba entre los Picos de Europa para temor de osos y muflones que camparían por allí.
Tres horas, tres, de espera, amenizadas por Marco Grenier (su set me gustó) y amenazadas por un tal Bastian Bux (que me pareció bastante sébico)...
Entre gritos de "Cognac la Parra" (que es como conocemos coloquialmente al nuevo tema Herbalizer), "Josmar, Josmar" y saludos a Iker Jiménez, a quien vimos en la lejanía, y que se hinchaba a responder a nuestros saludos, se acercaban las 22:00, hora prevista para que se iniciara el concierto.
A destacar la cantidad de gente que había allí. Había seis mil personas, pero pareciera que hubiera seiscientas mil. De hecho, fuimos a mear Carmen y yo y fue una odisea llegar hasta los servicios. Había gente pegada a la barra del bar y a los WC. De hecho, pensábamos que no conseguiríamos llegar a donde estábamos con los demás, pero lo conseguimos, con mucho esfuerzo y algunas broncas.
Era mi quinto concierto josmariano y quizá era el que más nervioso y ansioso estaba antes del inicio. Cuando faltaban cinco minutos no me llegaba la camisa al cuerpo. Y creo que a muchos de los allí presentes tampoco.
Y entonces empezó. Empezó Ethnicolor. Y vi lágrimas en los ojos de Juan y de Carlos. Y supe que este concierto iba a ser muy especial, y verdaderamente emotivo. Y así fue. Creo que, de los cinco conciertos, es el que más he disfrutado, por la compañía, y por la emotividad del mismo.
El enclave era precioso, en mitad de los Picos de Europa, pero no tan espectacular como el de Santiago. De hecho, el escenario daba a la parte más fea del monasterio y las montañas quedaron ocultas por la oscuridad de la noche, pero una vez empezado el concierto, eso me empezó a importar más bien poco. Era tal la atmósfera que allí se vivía, con un público entregado, con un Josmar dándolo todo (a pesar del más que evidente playback), y con algunos temas como el mencionado Ethnicolor, o esa versión de Zoolookologie tan impresionante o aquella virguería que se marcó con el arpa láser, ese Brick England, ese Oxygene 17... No sé, fueron muchos momentos y muy emotivos que hicieron que las dos horas se me pasaran en un suspiro y que, a pesar de estar todo el día prácticamente sin descansar, deseara que el concierto no se acabara nunca.
Me fui de Santo Toribio de Liébana, esta vez sí, con un dulcísimo sabor de boca, sabiendo que había vivido un momento irrepetible, que había vivido algo que ya me podría llevar a la tumba, una colección de recuerdos y sensaciones que no olvidaré nunca. Y no solo por el espectáculo en sí, sino por el sentimiento que allí se vivió y que creo que recibió Josmar en el escenario y que él nos lo devolvía a nosotros.
Gracias, Carmen, gracias, Josmar, gracias a todos los que lo vivieron conmigo...
"Jarre?? Está bien... Te ríes..." (El Lobowolf)

Deckard

Cita de: David en 03 de Mayo de 2017, 05:05:12 PM
Yo me arrepiento de no haber ido, y lo supe desde el primer momento en que puse la retransmisión de La2. Se lo dije a mi novia y asintió igualmente, tendríamos que haber hecho el esfuerzo, creemos que hubiera merecido y mucho la pena. Pero el hecho de que la confirmación oficial fuera tan pegada al concierto, las entradas limitadas, el lugar poco accesible para temas de alojamiento y tal, y que al mes que viene vamos a hacer un viaje (de novios, nos vamos a casar :-)), nos provocó recelos desde el primer momento.
En fin, nuestra segunda josmarada tendrá que esperar, pero no podemos dejar de pensar que ha sido una oportunidad perdida.

Felicidades David. Son muchos años leyendote por aquí y me alegro de que te vayan las cosas así de bien.

Por lo demás, lo mismo me pasó a mi. Se me complicó la cosa, aparte de que cuando ya me decidí se fueron las entradas en pocas horas. Y cuando sacaron más ya era imposible lo del alojamiento. Y se me complicó demasiado.

Deckard

Cita de: zopa en 03 de Mayo de 2017, 11:57:45 PM
Mi crónica del concierto de Liébana empieza por darle las gracias a mi mujer, Carmen, ya que, sino es por ella, no habría podido vivir lo que viví hace tan solo cuatro días. Y creo que no me lo hubiera perdonado a mí mismo. Tras el desencanto que sufrí en Bruselas, donde más que un concierto aquello parecía un inmenso tanatorio donde la gente parece que estaba velando a un muerto más que estar de concierto, a pesar de los esfuerzos del Josmar por animar al personal, y ver a esos músicos desaprovechados haciendo, como siempre, míimica de la buena, pero en plan descarado (lo de la batería de Samard me llegó al alma), no las tenía todas conmigo con el concierto lebaniego.
Pero entre que Carmen me convenció de que podía ser algo grande, el entorno espectacular donde se iba a desarrollar la actuación y que encima iba a vivir el concierto con gente a la que quiero mucho, me animó a pillar dos entradas y alojamiento en Unquera, ya que los precios de Potes eran prohibitivos.
Cuando vi en YouTube los extractos del concierto de Masada me animé bastante, ya que tocaba temas distintos a los que tocó durante la gira de Electronica Tour, y poder escuchar temas como Ethnicolor o Chronologie 4 sería un sueño hecho realidad si finalmente las tocaba en Liébana.
Y al final llegó el gran día... Fue muy chocante llegar a Potes desde el autobús, petado, que fletaron en Unquera con el propósito de acudir al concierto y ver una cantidad ingente de josmaritas con camisetas de todas las giras (incluso había veteranos con camisetas de Europe in Concert) invadiendo las calles de Potes como si de una invasión frikarda se tratara.
Desde luego, los tíos del merchandising hicieron su agosto, ya que había un montón de gente con camisetas (realmente chulas) del evento, y hasta yo, poco amigo de que me atraquen en los puestos de merchandising de los conciertos, no me pude resistir a comprarme una taza y un llavero y Carmen se pilló una camiseta.
Una vez llegados a Potes, me reencontré con queridos compadres, casi familia ya, como mi hermano Juan, Pispis, Paquillo, Carlos Ávila, Rubén Olmedo, Synthetic Man, Paco Dreaming, Alomejo, Javi Grex... e incluso el mítico Eugenio Espejo, que no podía faltar a la cita.
Fue una gran alegría verles a todos y conocer a gente nueva, como a mi amigo Manuel (que me alegró sobremanera que encontrara una entrada a precio de coste y no cayera a manos de los reventas) o mi querido paisano Valen, entre otros...
Juntos compartimos una excelente comida en el que la mayoría degustó un cocido lebaniego. Este humilde mariquituso que les habla prefirió pedirse un menú infantil, a pesar de las chanzas de los presentes, pero pasé una digestión cojonuda, cosa que no todos pueden decir, jejeje!!
A eso de las 18:00 comenzamos nuestra ascensión hacia el monasterio de Santo Toribio. Creía yo que estaba en mejor forma, pero no. Los tres kilómetros aproximados cuesta arriba hicieron que llegara completamente follado al parking del monasterio, y con más sed que el ojo un tuerto.
Tal y como prometimos desde que supimos que íbamos a ir al concierto, nos pusimos todos los frikardos juntos para entonar nuestros berridos, capitaneados por la estentórea voz de Paquillo que resonaba entre los Picos de Europa para temor de osos y muflones que camparían por allí.
Tres horas, tres, de espera, amenizadas por Marco Grenier (su set me gustó) y amenazadas por un tal Bastian Bux (que me pareció bastante sébico)...
Entre gritos de "Cognac la Parra" (que es como conocemos coloquialmente al nuevo tema Herbalizer), "Josmar, Josmar" y saludos a Iker Jiménez, a quien vimos en la lejanía, y que se hinchaba a responder a nuestros saludos, se acercaban las 22:00, hora prevista para que se iniciara el concierto.
A destacar la cantidad de gente que había allí. Había seis mil personas, pero pareciera que hubiera seiscientas mil. De hecho, fuimos a mear Carmen y yo y fue una odisea llegar hasta los servicios. Había gente pegada a la barra del bar y a los WC. De hecho, pensábamos que no conseguiríamos llegar a donde estábamos con los demás, pero lo conseguimos, con mucho esfuerzo y algunas broncas.
Era mi quinto concierto josmariano y quizá era el que más nervioso y ansioso estaba antes del inicio. Cuando faltaban cinco minutos no me llegaba la camisa al cuerpo. Y creo que a muchos de los allí presentes tampoco.
Y entonces empezó. Empezó Ethnicolor. Y vi lágrimas en los ojos de Juan y de Carlos. Y supe que este concierto iba a ser muy especial, y verdaderamente emotivo. Y así fue. Creo que, de los cinco conciertos, es el que más he disfrutado, por la compañía, y por la emotividad del mismo.
El enclave era precioso, en mitad de los Picos de Europa, pero no tan espectacular como el de Santiago. De hecho, el escenario daba a la parte más fea del monasterio y las montañas quedaron ocultas por la oscuridad de la noche, pero una vez empezado el concierto, eso me empezó a importar más bien poco. Era tal la atmósfera que allí se vivía, con un público entregado, con un Josmar dándolo todo (a pesar del más que evidente playback), y con algunos temas como el mencionado Ethnicolor, o esa versión de Zoolookologie tan impresionante o aquella virguería que se marcó con el arpa láser, ese Brick England, ese Oxygene 17... No sé, fueron muchos momentos y muy emotivos que hicieron que las dos horas se me pasaran en un suspiro y que, a pesar de estar todo el día prácticamente sin descansar, deseara que el concierto no se acabara nunca.
Me fui de Santo Toribio de Liébana, esta vez sí, con un dulcísimo sabor de boca, sabiendo que había vivido un momento irrepetible, que había vivido algo que ya me podría llevar a la tumba, una colección de recuerdos y sensaciones que no olvidaré nunca. Y no solo por el espectáculo en sí, sino por el sentimiento que allí se vivió y que creo que recibió Josmar en el escenario y que él nos lo devolvía a nosotros.
Gracias, Carmen, gracias, Josmar, gracias a todos los que lo vivieron conmigo...


Pedazo reseña de tus vivencias en Liebana. He disfrutado un montón leyéndote.

Manu1613

Yo creo que me quedaré una temporada más entre 1981 y 1993 jaja. :)
Conciertos asistidos:
21/04/08 Oxygene 30th Anniversary Tour - Teatro Liceo, Barcelona -
11/12/10 Indoors Tour - Zénith, Pau -

zopa

Gracias a ti, Deck, por leerla! :wink:
"Jarre?? Está bien... Te ríes..." (El Lobowolf)

OXYBOY 2

Cita de: zopa en 03 de Mayo de 2017, 11:57:45 PM
Mi crónica del concierto de Liébana empieza por darle las gracias a mi mujer, Carmen, ya que, sino es por ella, no habría podido vivir lo que viví hace tan solo cuatro días. Y creo que no me lo hubiera perdonado a mí mismo. Tras el desencanto que sufrí en Bruselas, donde más que un concierto aquello parecía un inmenso tanatorio donde la gente parece que estaba velando a un muerto más que estar de concierto, a pesar de los esfuerzos del Josmar por animar al personal, y ver a esos músicos desaprovechados haciendo, como siempre, míimica de la buena, pero en plan descarado (lo de la batería de Samard me llegó al alma), no las tenía todas conmigo con el concierto lebaniego.
Pero entre que Carmen me convenció de que podía ser algo grande, el entorno espectacular donde se iba a desarrollar la actuación y que encima iba a vivir el concierto con gente a la que quiero mucho, me animó a pillar dos entradas y alojamiento en Unquera, ya que los precios de Potes eran prohibitivos.
Cuando vi en YouTube los extractos del concierto de Masada me animé bastante, ya que tocaba temas distintos a los que tocó durante la gira de Electronica Tour, y poder escuchar temas como Ethnicolor o Chronologie 4 sería un sueño hecho realidad si finalmente las tocaba en Liébana.
Y al final llegó el gran día... Fue muy chocante llegar a Potes desde el autobús, petado, que fletaron en Unquera con el propósito de acudir al concierto y ver una cantidad ingente de josmaritas con camisetas de todas las giras (incluso había veteranos con camisetas de Europe in Concert) invadiendo las calles de Potes como si de una invasión frikarda se tratara.
Desde luego, los tíos del merchandising hicieron su agosto, ya que había un montón de gente con camisetas (realmente chulas) del evento, y hasta yo, poco amigo de que me atraquen en los puestos de merchandising de los conciertos, no me pude resistir a comprarme una taza y un llavero y Carmen se pilló una camiseta.
Una vez llegados a Potes, me reencontré con queridos compadres, casi familia ya, como mi hermano Juan, Pispis, Paquillo, Carlos Ávila, Rubén Olmedo, Synthetic Man, Paco Dreaming, Alomejo, Javi Grex... e incluso el mítico Eugenio Espejo, que no podía faltar a la cita.
Fue una gran alegría verles a todos y conocer a gente nueva, como a mi amigo Manuel (que me alegró sobremanera que encontrara una entrada a precio de coste y no cayera a manos de los reventas) o mi querido paisano Valen, entre otros...
Juntos compartimos una excelente comida en el que la mayoría degustó un cocido lebaniego. Este humilde mariquituso que les habla prefirió pedirse un menú infantil, a pesar de las chanzas de los presentes, pero pasé una digestión cojonuda, cosa que no todos pueden decir, jejeje!!
A eso de las 18:00 comenzamos nuestra ascensión hacia el monasterio de Santo Toribio. Creía yo que estaba en mejor forma, pero no. Los tres kilómetros aproximados cuesta arriba hicieron que llegara completamente follado al parking del monasterio, y con más sed que el ojo un tuerto.
Tal y como prometimos desde que supimos que íbamos a ir al concierto, nos pusimos todos los frikardos juntos para entonar nuestros berridos, capitaneados por la estentórea voz de Paquillo que resonaba entre los Picos de Europa para temor de osos y muflones que camparían por allí.
Tres horas, tres, de espera, amenizadas por Marco Grenier (su set me gustó) y amenazadas por un tal Bastian Bux (que me pareció bastante sébico)...
Entre gritos de "Cognac la Parra" (que es como conocemos coloquialmente al nuevo tema Herbalizer), "Josmar, Josmar" y saludos a Iker Jiménez, a quien vimos en la lejanía, y que se hinchaba a responder a nuestros saludos, se acercaban las 22:00, hora prevista para que se iniciara el concierto.
A destacar la cantidad de gente que había allí. Había seis mil personas, pero pareciera que hubiera seiscientas mil. De hecho, fuimos a mear Carmen y yo y fue una odisea llegar hasta los servicios. Había gente pegada a la barra del bar y a los WC. De hecho, pensábamos que no conseguiríamos llegar a donde estábamos con los demás, pero lo conseguimos, con mucho esfuerzo y algunas broncas.
Era mi quinto concierto josmariano y quizá era el que más nervioso y ansioso estaba antes del inicio. Cuando faltaban cinco minutos no me llegaba la camisa al cuerpo. Y creo que a muchos de los allí presentes tampoco.
Y entonces empezó. Empezó Ethnicolor. Y vi lágrimas en los ojos de Juan y de Carlos. Y supe que este concierto iba a ser muy especial, y verdaderamente emotivo. Y así fue. Creo que, de los cinco conciertos, es el que más he disfrutado, por la compañía, y por la emotividad del mismo.
El enclave era precioso, en mitad de los Picos de Europa, pero no tan espectacular como el de Santiago. De hecho, el escenario daba a la parte más fea del monasterio y las montañas quedaron ocultas por la oscuridad de la noche, pero una vez empezado el concierto, eso me empezó a importar más bien poco. Era tal la atmósfera que allí se vivía, con un público entregado, con un Josmar dándolo todo (a pesar del más que evidente playback), y con algunos temas como el mencionado Ethnicolor, o esa versión de Zoolookologie tan impresionante o aquella virguería que se marcó con el arpa láser, ese Brick England, ese Oxygene 17... No sé, fueron muchos momentos y muy emotivos que hicieron que las dos horas se me pasaran en un suspiro y que, a pesar de estar todo el día prácticamente sin descansar, deseara que el concierto no se acabara nunca.
Me fui de Santo Toribio de Liébana, esta vez sí, con un dulcísimo sabor de boca, sabiendo que había vivido un momento irrepetible, que había vivido algo que ya me podría llevar a la tumba, una colección de recuerdos y sensaciones que no olvidaré nunca. Y no solo por el espectáculo en sí, sino por el sentimiento que allí se vivió y que creo que recibió Josmar en el escenario y que él nos lo devolvía a nosotros.
Gracias, Carmen, gracias, Josmar, gracias a todos los que lo vivieron conmigo...

Impresionante tu relato, mi gran compadre ZOPA!!.
Siento una tremenda envidia sana...ya me pareció increíble el concierto mirándolo por internet...me imagino lo que debe haber sido estar ahí.
Gracias por tu crónica compadrazo. :wink:
Me encanta Jarre y me encanta Waters con su muro.

zopa

Gracias, queridísimo Oxy!  :wink:
"Jarre?? Está bien... Te ríes..." (El Lobowolf)

GonzaloDriver

Me ha emocionado Mucho tu relato Zopa!! aunque nunca he estado en una josmarada es mi deseo desde los 4 o 5 años, espero que Jarre venga pronto por Chile y todos estas partes de America.
Y De nuevo te digo que me emociono mucho como nos contaste tu cronica  :wink:
(Yo me emocione por la tele, ni siquiera imagino como sera en vivo)
Electronica I: The Time Machine

zopa

Ojalá vaya por Chile y lo podáis gozar por fin!   :wink:
"Jarre?? Está bien... Te ríes..." (El Lobowolf)

OXYBOY 2

Cita de: zopa en 05 de Mayo de 2017, 05:12:17 PM
Ojalá vaya por Chile y lo podáis gozar por fin!   :wink:

Y a la Argentina!! :wink:
Me encanta Jarre y me encanta Waters con su muro.

bart_os

Cita de: OXYBOY 2 en 05 de Mayo de 2017, 10:02:49 PM
Cita de: zopa en 05 de Mayo de 2017, 05:12:17 PM
Ojalá vaya por Chile y lo podáis gozar por fin!   :wink:

Y a la Argentina!! :wink:

Es que no sé qué le habéis hecho a ese hombre para que no vaya nunca por sudamérica. :-)

Me extraña mucho que nunca hayan intentando contratarlo, aunque viendo como se las traen ahora en Argentina con la música electrónica... Y Jarre está en modo rave.  :-o

OXYBOY 2

#298
Cita de: bart_os en 06 de Mayo de 2017, 02:14:25 PM
Cita de: OXYBOY 2 en 05 de Mayo de 2017, 10:02:49 PM
Cita de: zopa en 05 de Mayo de 2017, 05:12:17 PM
Ojalá vaya por Chile y lo podáis gozar por fin!   :wink:

Y a la Argentina!! :wink:

Es que no sé qué le habéis hecho a ese hombre para que no vaya nunca por sudamérica. :-)

Me extraña mucho que nunca hayan intentando contratarlo, aunque viendo como se las traen ahora en Argentina con la música electrónica... Y Jarre está en modo rave.  :-o

Sí, ya me lo veo en la Creamfields.. :-P
Me encanta Jarre y me encanta Waters con su muro.

A.J.Espinal

Para los que tienen e-mule acaban de colgar un video de Jarre en liebana de 10 gigas. Se supone que será la copia original HD