Galápagos, de Kurt Vonnegut: mejor que el anterior, Matadero 5, mete ironía a saco en una historia de planteamiento poco original (la especie humana desaparece por temas de hambruna y de virus) pero con desarrollo original, ya que se centra en un pequeño grupo de personajes que tienen contratado un crucero a las islas Galápagos. El narrador es el espíritu de uno de los trabajadores del astillero del barco, que murió decapitado por accidente. Va más de como el ser humano puede pasar de comportamientos complejos e inteligentes a la más pura estupidez que de catástrofes o apocalipsis varios. Vale la pena leerlo pero tampoco me ha llegado a maravillar. Con los dos que he leído de este autor por ahora tengo bastante.
Bill, héroe galáctico, de Harry Harrison: una novela corta de ciencia ficción en clave de humor. Esta sí que me ha sorprendido, me he encontrado con una historia de aventuras tremendamente dinámica, con continuos y delirantes giros, y además me he reído y todo.
Ahora estoy con otra del mismo estilo, Guía del autoestopista galáctico, última novela corta desengrasante que me leo antes de trincar el tocho final de la trilogía de Escipión.